UN SISTEMA QUE NOS EXPULSA

Un conocido me dijo con sus habitual pesimismo que escribir un blog era como lanzar una botella al mar, como hacer un programa en una radio pirata, como dibujar en un fanzine, algo que leerás tú y tus amigos y que no cambiará nada. Tiene parte de razón, somos millones en el mundo y sé que internet es un atentado contra el egocentrismo, porque una persona no es nadie, es uno más, tus opiniones son igual de válidas que las del resto, o igual de inútiles o valiosas, como lo quieras mirar. Pero sirve de desahogo, te ayudan. Es el único recurso ante los excesos de la globalización que nos come, que devora al indivíduo, es la única resistencia de la persona ante un sistema económico que lo expulsa, que le exilia del mito sagrado del éxito y del sueño americano, que ya es sueño global, ese mito fundacional de nuestra civilización moderna. Los que vivimos en el extrarradio del éxito, los que no podemos pagar una vivienda, los que no podemos trabajar en lo que nos gustaría, los que sólo sobrevivimos sin ver una salida porque pensamos que somos merecedores del éxito, porque el mito nos ha poseído con su virus y nos ha convertido en fracasados para nosotros mismos. Hemos hecho el sueño americano nuestra pesadilla, pero seámos realistas, al igual que el campesino en la edad media sabía que nuca progresaría, el obrero de la información del siglo XXI sabe que siempre se quedará donde está, dando vueltas sin ser reconocido en la red de redes, pero feliz en su insignificancia.Él solo ante su dios, virtual o no.